Declaración del ERC sobre COVID-19 y los derechos humanos de las personas LGBTI
Published 15 May 2020
Los miembros abajo firmantes de la Coalición por la Igualdad de Derechos (ERC) llaman a todos los gobiernos a limitar las malas repercusiones de la pandemia COVID-19 en las personas identificadas en función de la orientación sexual real o percibida, la identidad o expresión de género o las características sexuales.
La pandemia actual de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) nos afecta en todas las regiones y representa una amenaza sin precedentes para la salud pública, las condiciones socioeconómicas y el sustento de muchas personas. Aunque puede parecer que el virus ataca indiscriminadamente, su propagación y sus consecuencias, junto con las medidas adoptadas para combatir la pandemia, afectan de manera diferente a los distintos a grupos específicos dependiendo de las desigualdades existentes y los mecanismos de exclusión en las sociedades y estructuras de poder, dejando a los más marginados aún más vulnerables. Las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) se encuentran entre las más marginadas y excluidas debido al estigma, la discriminación, la criminalización y la violencia histórica y continua contra ellas, y están y seguirán estando entre las personas más expuestas durante este crisis.
Las personas LGBTI a menudo experimentan discriminación y estigmatización en los sistemas de atención médica, provocando como resultado, un retraso en la búsqueda de atención médica y en consecuencia tener un estado de salud comprometido. La discriminación puede afectar el acceso a la medicación, el tratamiento hormonal y la atención de afirmación de género, así como la atención de otras enfermedades crónicas preexistentes, aumentando en las personas LGBTI riesgo de sufrir complicaciones de salud graves o enfrentar la muerte debido a COVID-19. Muchas personas LGBTI carecen de apoyo familiar o comunitario y enfrentan altos niveles de violencia y pobreza, y mayores tasas de indigencia y desempleo. Las medidas de confinamiento también pueden conducir a un aumento de la violencia doméstica motivada por la orientación sexual y la identidad de género.
Las medidas gubernamentales para combatir la pandemia deben ser legales, y deben ser proporcionales, necesarias, de carácter temporal y tener en cuenta el impacto desproporcionado en poblaciones específicas o grupos marginados. Estas medidas deben estar en línea con los Principios de Siracusa de 1984 sobre las condiciones que permiten a los gobiernos restringir los derechos humanos durante una emergencia de salud pública. Esta crisis no debería ser una justificación para imponer nuevas restricciones o para hacer chivo expiatorio a las personas LGBTI.
Los miembros abajo firmantes del ERC hacen un llamado a todos los gobiernos para garantizar que sus medidas para combatir la pandemia de COVID-19 consideren el impacto específico en las personas LGBTI. Los miembros también solicitan a todos los gobiernos garantizar que todas las políticas relacionadas con la pandemia, incluido el acceso a la atención médica, la información, la vivienda y el apoyo financiero y económico, tengan en cuenta las necesidades de las personas LGBTI de manera proactiva y no discriminatoria, de acuerdo con la declaración del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Los miembros también solicitan a los gobiernos donantes a garantizar que los esfuerzos y fondos de ayuda humanitaria incluyan una respuesta a las necesidades específicas de las comunidades marginadas, como las personas LGBTI, al involucrar a las organizaciones comunitarias en su respuesta e implementación.
Co-signatarios
Albania, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Cabo Verde, Canadá, Chile, Costa Rica, Chipre, República Checa, Dinamarca, Ecuador, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Lituania, Luxemburgo, Malta, México , Montenegro, Países Bajos, Nueva Zelanda, Macedonia del Norte, Noruega, Portugal, Serbia, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Reino Unido, Uruguay