La seguridad de Europa nunca puede darse por hecho – artículo de Mark Sedwill, asesor de Seguridad Nacional
De cara al Consejo Europeo de junio, el asesor de Seguridad Nacional del Gobierno británico, Mark Sedwill, escribe sobre cómo los dirigentes europeos están apoyando nuevas medidas para contrarrestar las amenazas a la seguridad europea.
Como asesor de seguridad nacional del Reino Unido, todos los días se me informa de las actividades de aquellos que intentan socavar la seguridad de Gran Bretaña y sus aliados.
Vivimos en un país seguro y próspero, pero en mi trabajo soy más consciente que la mayoría de las amenazas a las que nos enfrentamos.
La seguridad de Europa no puede darse nunca por hecha. El mundo moderno plantea desafíos nuevos y difíciles y debemos buscar siempre maneras de fortalecer nuestras defensas.
Debemos invertir tiempo y recursos en aumentar nuestra resistencia nacional para asegurarnos de ser tan ágiles y creativos como nuestros adversarios, permaneciendo fieles a nuestros valores.
El Consejo Europeo de junio es una oportunidad de asegurarnos de contar con las medidas adecuadas para abordar amenazas de Estados hostiles contra la seguridad como los ciberataques, la desinformación y las injerencias en las elecciones.
Las actividades maliciosas en el ciberespacio amenazan las infraestructuras críticas y los sistemas digitales de los que nuestras vidas diarias dependen cada vez más.
Es probable que estén al corriente del ciberataque Wannacry del año pasado. Fue un ataque indiscriminado que tuvo muchas víctimas, incluido el NHS, el Servicio de Salud Nacional del Reino Unido.
Impidió el acceso a médicos y enfermeros a sus ordenadores, poniendo en riesgo las vidas de personas enfermas y vulnerables.
La misma tecnología digital se puede utilizar para difundir mentiras a través de las redes sociales y los medios de comunicación en línea y confundir así los hechos, sembrar la discordia y hacer que negar la responsabilidad por actos malignos resulte más fácil.
También hemos sido testigos de intentos de injerencias en procesos políticos en países soberanos, con el pirateo de información sensible desde el punto de vista político que más tarde se ha filtrado para menoscabar la confianza en nuestros políticos e instituciones.
Entretanto, las amenazas que creíamos habían pasado a la historia están resurgiendo. En el último año, hemos visto ataques químicos —prohibidos por tratados internacionales— en Malasia, Siria y el Reino Unido.
¿Cómo respondemos a esas amenazas? ¿Cómo identificamos y nos enfrentamos a los autores de incidentes tan espantosos? Y, si se identifica a los responsables, ¿cómo hacemos que rindan cuentas por sus actos?
No existe ninguna solución milagrosa. Debemos estar preparados para invertir tiempo y recursos en defensas que sean tan creativas y ágiles como las amenazas a las que nos enfrentamos y aquellos que las perpetran.
Eso significa tener las competencias policiales adecuadas para abordar la financiación ilícita, pero también equipar al público para detectar mentiras y alertar sobre la desinformación en las redes sociales.
Ahora, la seguridad significa usar todas las palancas que el gobierno tiene a su disposición, así que la educación tiene un papel igual de importante en nuestra seguridad futura que la actuación policial.
Al igual que ocurre con la defensa militar convencional, debemos intensificar la cooperación entre los socios y aliados europeos, no debilitarla.
En el Consejo Europeo de junio de esta semana, nuestros líderes aprobarán nuevas medidas para contrarrestar la amenaza a nuestra democracia, seguridad y prosperidad.
No debemos dejar que nuestros adversarios se oculten entre las sombras. Debemos apuntarlos con el dedo cuando piratean nuestros hospitales y empresas, dañan a nuestros ciudadanos o intentan interferir en nuestras elecciones.
Y debemos asegurarnos de que aquellos que se plantean hacernos daño sepan que sus ataques se encontrarán con una respuesta seria y contundente.
Aquellos que intenten hacernos daño deben ver que sabemos lo que están tramando, que contamos con una buena defensa y que tenemos la capacidad y resolución de responder.
Fundamentalmente, cuando respondamos debemos responder como uno solo.