Referéndum independentista en Escocia: declaraciones del Primer Ministro
"La gente de Escocia ha hablado", dijo el Primer Ministro Británico David Cameron, en seguida de conocer los resultados del referéndum independentista en Escocia
El Primer Ministro David Cameron dio unas declaraciones a los medios de comunicación en Downing Street tras conocer los resultados del referéndum independentista en Escocia.
El Primer Ministro dijo:
El pueblo de Escocia ha hablado. El resultado está claro. Ha mantenido unido a nuestro país, formado por cuatro naciones. Al igual que millones de personas, estoy encantado. Tal y como dije durante la campaña, ver cómo nuestro Reino Unido llegaba a su fin me hubiera roto el corazón.
Y sé que ese sentimiento era el mismo que experimentaban personas, no solo de todo el país, sino del mundo entero, por todo lo que hemos logrado…juntos en el pasado, y por todo lo que podemos hacer juntos en el futuro.
Por eso, este es el momento de que nuestro Reino Unido se aúne, y avance. Una parte esencial de este proceso será un acuerdo equilibrado, que sea justo para el pueblo de Escocia, y lo que es más importante, también para Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.
Primero, hagamos memoria, y pensemos en por qué empezó este debate, y por qué era correcto hacerlo.
El Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) salió elegido en Escocia en 2011, y prometió hacer un referéndum sobre su independencia. Hubiéramos podido bloquear esta iniciativa, retrasarla, pero al igual que ocurre con otros temas, lo correcto fue tomar, y no evitar, la gran decisión.
Creo fervientemente en nuestro Reino Unido: deseaba, más que nada, que se mantuviera unido.
Pero también soy un demócrata. Y lo correcto fue respetar la mayoría del SNP en Holyrood, y darle al pueblo escocés el derecho a expresar su voluntad.
Recordemos también por qué fue correcto hacer una pregunta definitiva: Sí o No. Porque, ahora, el debate queda zanjado durante una generación, o tal y como ha dicho Alex Salmond, quizás para toda la vida.
Por lo que no caben más disputas, no se puede volver a hacer: el pueblo escocés ha emitido su voluntad clara.
Escocia ha votado por un Parlamento escocés más fuerte, respaldado por el poder y la seguridad que ofrece el Reino Unido, y quiero felicitar a la campaña del No por haber demostrado a la gente que verdaderamente nuestras naciones están mejor juntas.
También quisiera rendir homenaje al Sí, por haber defendido tan bien su campaña, y decirle a todos los que votaron por su independencia: “los escuchamos”.
Ahora tenemos la ocasión, una gran oportunidad, de cambiar la forma en que se gobierna el pueblo británico, y de cambiarla para mejor.
Dirigentes políticos procedentes de todas las posiciones del debate tienen ahora sobre sí la gran responsabilidad de unirse y de trabajar de manera constructiva para progresar en defensa de los intereses del pueblo de Escocia, así como de los de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, de todos y cada uno de los ciudadanos de nuestro Reino Unido.
A aquéllos que en Escocia ven con escepticismo las promesas constitucionales que hice, déjenme decirles lo siguiente: este Gobierno ha llevado a cabo la devolución de poderes, y volveremos a hacerlo en el siguiente mandato.
Los tres partidos a favor de la unión han asumido compromisos relativos a competencias adicionales para el Parlamento escocés. Nos aseguraremos de que se cumplen.
Y hoy puedo anunciar que Lord Smith of Kelvin, que dirigió con tanto éxito los Juegos de la Commonwealth de Glasgow, ha aceptado supervisar el proceso de devolución para que avance y se cumplan esos compromisos. Las competencias relativas a fiscalidad, gasto y bienestar se acordaran antes de noviembre y los proyectos de ley se publicarán antes de enero.
De la misma forma que Escocia tendrá más autonomía, también Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte tendrán mayor poder de decisión. Los derechos de estos votantes también han de ser respetados, mantenidos y reforzados.
Es totalmente apropiado que un acuerdo nuevo y justo para Escocia vaya acompañado de un acuerdo nuevo y justo que se aplique a todos los rincones del Reino Unido. En Gales, hay propuestas para conceder al Gobierno y a la Asamblea galesas más poderes. Y quiero que Gales esté en el centro del debate sobre cómo hacer para que el Reino Unido funcione para nuestras cuatro naciones. En Irlanda del Norte, tenemos que trabajar para garantizar que las instituciones con devolución de poderes funcionen de manera eficiente.
Desde hace mucho tiempo he creído que la parte crucial que falta en esta discusión nacional es Inglaterra. Hemos escuchado la voz de Escocia, y ahora millones de otras voces en Inglaterra no pueden ser ignoradas. La cuestión de “votos ingleses para leyes inglesas”, o el asunto conocido como del West Lothian, ha de tener una respuesta decisiva.
Por lo que, de la misma forma que Escocia votará de manera separada en el parlamento escocés sobre asuntos relacionados con sus impuestos, gasto y bienestar, también deberían poder hacerlo Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, y ello debería hacerse posible al mismo tiempo y al mismo ritmo que se desarrolla el acuerdo para Escocia.
Espero que esto ocurra sobre la base de que participen todos los partidos. Le he pedido a William Hague que formule estas iniciativas. Formaremos un Comité del Gabinete inmediatamente y las propuestas estarán listas siguiendo las pautas de la misma agenda. Espero que el partido Laborista y demás partidos contribuyan.
También es importante que participemos de manera más general en el aspecto cívico de cómo mejorar la gobernanza en el Reino Unido, como por ejemplo, cómo darle más capacidad a nuestras grandes ciudades, y diremos más sobre esto en los próximos días.
Este referéndum ha sido muy reñido. Ha suscitado grandes pasiones. Ha electrizado la política en Escocia y capturado la imaginación de personas de todo el Reino Unido.
Se recordará como una muestra poderosa de la fuerza y vitalidad de nuestra antigua democracia. Se han batido récords de personas registradas para votar y de votantes. Todos podemos sentirnos orgullosos de eso. Nos ha recordado lo afortunados que somos por poder arreglar estos asuntos vitales en las urnas, de manera pacífica y pausada.
Ahora, tenemos que mirar hacia adelante, y hacer que este momento sea aquél en el que todo el mundo, independientemente de lo que hayan votado, se una para construir un futuro más próspero y esperanzador para todo nuestro Reino Unido.